miércoles, 22 de abril de 2020




Mamá removió mariposas del barro.
Sus pezones quedaron encerrados
en el rumor de las alas.
Ellas bajan. 
Se posan en su hueco izquierdo
y beben.
Mamá las convoca cuando sus cicatrices
empiezan a llorar.
También en nuestros cuerpos.

…….

Su Palabra,
es un dulce estanque que tiembla en silencio,
mientras nos tomamos de las manos
y apenas dormitamos.
¿Será , acaso, el desvelo de la siesta,
o el susurro casi invisible de los sueños
lo que aún no nos deja parpadear?
La intemperie me habita. Mi madre no lo sabe.                                            
Regreso a mi hamaca
y vuelo hacia el follaje de la higuera.
Quedo suspendida.
Los ojos se me llenan de dulce.


Ana Laura Buono

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