jueves, 25 de noviembre de 2021

Hipostasis del alienado

 


La hipostasis del alienado no es otra cosa que una sobrecompensación de la negatividad con que la buena sociedad lo ha cargado. No tiene nada que ver con la vanidad del pavo real ni con la pose que adopta el fachogre para situarse en la sociedad. Tampoco con la figura que reproduce el milico desde la fila del primario hasta la sepultura. Más bien se trata de los ecos que vienen de la tumba de un enterrado prematuramente, monólogos geniales, canciones, conversaciones con dios, murmullos de tahúres. Así el alienado se retribuye del balde de alquitrán con plumas que le arrojo una sociedad enferma de racionalismo instrumental y de esencialismo tramposo.

Ignacio Arismendi