Entre
cruces y rezos se apagan las luces
Una vela enciende
a este presente,
que poco
entiende si la fe esta vez escuchará
esta
oración venida sin anhelos, pidiendo perdón
desde lo
más oscuro del corazón buscando consuelo.
El aroma
suave en el aire fresco del invierno se va perdiendo como ese pájaro en el
cielo.
La plegaria que no llegó...esta sorda fe que no oye esta vez.
Con unas
copas y algunos excesos celebramos este amor.
Brindamos a nuestra salud homenajeando a este torpe amor con besos que quieren salvarnos de la
mortaja.
No hay
rezos que alcancen las desdichas de nuestras almas en soledad.
Nuestros
cuerpos fundidos, colmados de alivio...
buscan
una última mirada para enamorar a la luna.
Susana Martini
Pintura: Joan Miró