viernes, 21 de agosto de 2020

ESE JOVEN QUE ESTA ALLÍ


Lo vi cansado, buscaba estar bien en soledad, sentía que nada podía

El Alma y la Materia sobre la deidad de las aguas.                                  AMAR y ser AMADO, volver a sentir que algo falta para tapar la vida

Nunca dudó de la importancia de SER ÉL MISMO, de buscar FELICIDAD      Nunca dudó de la importancia de SER EL OTRO, de buscar PARAÍSOS

Conocía la teoría, las experiencias de los nombres de lugar, las fechas

Una mañana de domingo, a orillas del mar, en el horizonte de una legua,   la botella vacía en la playa del apretado olvido                                    Flotaba en un desvío, en su interior, en los documentos de su memoria

Un Tesoro en forma de carta volviendo a la arena,

Junto al decurso del pulso de las olas, plantado en el silencio leyó:

"Solo hallarás la felicidad con un aire encariñado de vivos resplandores”

No hay Gurúes, no hay Humanos, no hay Criaturas Celestiales                   Todo ha sido creado para contemplar la hora en los cielos rebeldes

Mírate, tócate, siéntete, háblate, acaríciate, escúchate,                Con las manías de un loco, con la lisura de unos lacios juncales

Un barco desganando las voces pretendía escuchar, el agua próxima

"El mar se llevó las palabras que me prestó el ensueño del domingo"

Lenta, contemplé la ociosa ribera de follaje, en soles y nublados

Lenta, grato el sosiego, quieto el fervor, besé la canción

SU CANTO

Texto: Marylin Thel

Pintura: Salvador Dalí 

                                               

 

 

 

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