Quiso abrazar el sol y se olvidó del fuego
que llevaba por dentro.
Sabía que ponía en juego su alma pero apostó.
Como mariposa que abre sus alas acercándose
al calor, ardió y enmudeció.
Presa del odio quedó y la furia superó su
encanto. La ternura desvaneció.
No alcanzó el argumento porque la frustración
del otro la atropelló.
Y cayó sin fuerzas frente a tanto dolor;
creyendo que el fuego en algún punto era sanador.
Volvió a tomar vuelo sin comprender la
lección.
Hoy calla su voz y su vida terminó.
Ella siempre errante siguiendo el calor
conoció lo inesperado y el terror.
Liliana Ferrari
Pintura: Vincent Van Gogh
El dolor del amor. Hermoso y profundo escrito Liliana! Felicitaciones!
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