La espalda encorvada del hombre,
la frente sostenida por la mano,
el codo del hombre apoyado en la mesa.
La mirada fija en la hoja blanca, inquisidora.
Escenario estático de una mente en ebullición
-de un corazón jadeante/agitado-
fermento aciago de un proceso en ciernes
más plagado de vacilaciones que de certidumbres.
Imposible dogmatizar un nacimiento.
Y en medio del laberinto
Alumbra el poema
¿El hombre de la espalda encorvada
estuvo allí sosteniendo su cráneo con la mano
o el poema le dio inicio y linaje?.
Enrique Minetti
Pintura: Rousseau Théodore.
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