Hoy las bocas se abrieron. Un río de palabras apaga el incendio que me calcina. Todos vuelven, y yo que creía que se habían ido. Estamos todos acá, escribiendo.
Volvió
el fuego de la palabra, con colores diferentes, distintas sensaciones, pero
siempre ganando el espacio y el tiempo. ¡Sigamos con esta libertad!.
Nadie
lucha por lo que no conoce. Excepto él, quien a pesar de no pertenecer de
manera alguna, levantó su voz por aquellos que no la tenían, y todos lo
oyeron, y lo siguieron como a un líder inquebrantable,
a quien había que acompañar. Afloraron los cambios, primero pocos entendieron,
luego fueron muchos, en un abrazo fraterno, ¡y fue luz!.
Grupo de literatura experimental “Pluma Salvaje”.
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