Se ha detenido el reloj de sangre de tus ayeres
La tarde fue
borrada de una pincelada
La bibliotecas
serán ahora lustrales aguas
Contigo estarán
tantas hojas y tantas almas
Las generaciones
de esta tierra llegarán a buen puerto
No hará falta tu
voz en la vasta piedra
Serás el verde
mar, una nube, el pez, la serpiente
El hábito de la
escritura, la luz dudosa
Lo que quedará
del universo al oscurecer
El ensueño, los
colores imposibles,
el odio de los
necios y el amor de los sabios
La equívoca
espada de un duro caudillo,
la inexplorada enciclopedia
y una fábula
Tal vez lo
anhelado y poseído sea cruel
Reflejo de los
reflejos de un espejo de metal
Sé que volverás
a Buenos Aires
en la profunda
noche
Sin que nadie lo
note,
corregirás este
bosquejo
En aquella casa
de “ San Isidro”...
En el centro del
laberinto de los infinitos libros,
donde aún
perduran tus caricias
En el incesante
tiempo
que nunca pasará
No diré el mar y
el verso
Diré el nombre
de Hilda
Horacio Quinteros
Pintura: Claude Monet
Mil gracias por compartir este hermoso envío 😘
ResponderEliminarHoracio...bellísimas palabras para expresar un sentimiento tan preciado...
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