Me detengo a pensarte en esta mañana
qué tiene tu cintura en una sola gota
Palabra de cristal, escarpada piedra
- ¡Oh dormida con el cantar del gallo!-
Alguien silba un latido de guitarra,
Otro se sienta agarrándose el alma,
- ¿Con qué mano debo escribir ahora?-
- ¿Hablar,
después que gimen las miradas?-
Sufres de mí, se ve y tú lo sabes,
hombre convulso de sangre animal
que quiebra las muelas de la razón
pujando mi cuerpo a distancia,
- ¡Cómo oyes deglutir tu pena en plural!-
Eres de acero, apasionado, enérgico
oprimiéndome el reino de las fibras,
en los siglos semanales de gracia.
Bajo el techo de escrituras al borde,
tus abrazos inconfundibles, dos a dos -
Taciturno dormiste el modo arriba.
Amado
ser, en este día espléndido
dónde juega la sombra de la
impulsión,
ven a mí, en bloque y de cabeza
Sí, me he vuelto tu mano en la taza,
a cada minuto, parada en el ayuno de
boca
- ¡Qué le diré
ahora a mi pañuelo de pestañas!-
-¡Oh luz, lluvia
y sol de circulación venosa!-
Ahora, hazme el favor, ven contigo
Autora: Susana Martini
Pintura: Ricardo Carpani
Alguien Silva un latido de guitarra"...espíritu y cuerpo pasión y espera...certidumbres en la desolación de la espera...Bello poema...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias!
ResponderEliminarNo hay certidumbre en la desolación de la espera...
Ya no hay espera...☀️